EL PLAN DE DIOS REFERIDO A LA HUMANIDAD
El plan de Dios (3)



El Plan de Dios referido a la humanidad radica en gran medidia en lo que nos ha sido revelado a nosotros en las fuentes de nuestra revelación, que son la Biblia y la Sagrada Tradición.

Al inicio del presente artículo dedicado al Plan de Dios referido la humanidad, es importante destacar que para nosotros, los humanos, lo del Plan de Dios es algo que nos resulta poco familiar y que nos parece muy misterioso.

Más aun, podríamos pensar que la actividad de Dios y el desarrollo de su Plan nos parece poco razonable. Basta pensar en un Dios que se hace hombre, funda una Iglesia, trabaja, sufre y acepta morir crucificado; y luego resucita, sube al Cielo y deja en este mundo a unos humanos ignorantes gobernando su Iglesia.

No podemos negar que todo eso al menos puede parecernos poco razonable. Por eso, al intentar conocer el Plan de Dios es conveniente que nos preguntemos si Dios se nos presenta como alguien razonable, al menos en algunos aspectos. Si lográramos alcanzar alguna respuesta positiva, eso podría permitirnos confiar en que podamos comenzar por ahí.


¿Se nos presenta Dios como alguien razonable?

En este momento es interesante analizar los propósitos de Dios y lo que razonablemente debería realizar para cumplir esos propósitos. Y luego leer en la Biblia lo que de hecho realizó, para compararlo con lo que razonablemente debería realizar para cumplir sus propósitos. Esto nos dejará ver si Dios se nos presenta como alguien razonable.

Lo primero será analizar los propósitos de Dios. Él nos ha revelado que sus propósitos eran crear, para comunicar su felicidad a esos que crearía. Y al revelárnoslo a nosotros, éramos nosotros esos a quienes quería crear para hacernos felices. Pero en esa revelación también mencionó a unos ángeles, a quienes también crearía para hacerlos felices.

El hecho es que Dios decidió crear. Después de crear a los ángeles y a nuestro universo nos creó a los humanos, como la Biblia nos lo revela. Muchos científicos piensan que la probabilidad de que haya otros seres inteligentes en el universo es muy alta. Dios no parece haber revelado nada al respecto, sea porque no haya nada que revelar, sea porque a nosotros no nos competa saberlo.

Dios nos ha revelado que a nosotros los humanos nos creó por amor, porque quiere comunicarnos su felicidad, al menos en la medida que seamos capaces de recibirla. Sin embargo, ha querido hacernos libres hasta el grado de permitir que decidamos ignorarlo, o no buscarlo, o no escucharlo, o rechazarlo, o negar su existencia, o incluso odiarlo. Pero Él nos ama y quiere que nosotros lo amemos, y como consecuencia que nos salvemos, que vayamos al Cielo por toda la eternidad.

Pero Dios también les dio esa libertad a los ángeles; y hay los que le amaron, como San Miguel; y también hay los que le odiaron, como Luzbel (Lucifer), quien después de rebelarse contra Dios se convirtió en Satanás (Satán), por lo cual sufre terriblemente, lo mismo que los otros ángeles rebeldes. Y Dios permitió que los ángeles actuaran en nosotros, los buenos para ayudarnos y los malos para dañarnos.

Dios ha preferido darnos la libertad de hacer el mal, que reducir esa libertad a fin de que no pudiéramos hacer el mal. Y Dios ha hecho cosas que permitan que podamos hacer el mal. Dios incluso permitió que Satán engañara y tentara a Eva y a Adán, y que éstos pecaran desobedeciendo a Dios y creyéndole a Satanás. Con lo cual Adán y Eva pecaron gravemente cometiendo el llamado pecado original, que se trasmitiría a toda la humanidad por generación natural.

Dios hizo la naturaleza humana de tal manera que —además de trasmitir la protoalianza y otras cosas— trasmitiera también el pecado original por generación natural a toda la humanidad. Y así, debido a tener las consecuencias del pecado original, los seres humanos no podrían salvarse. Pero luego Dios logró una solución —muy difícil— para que los seres humanos con la ayuda de la Cruz del Verbo Divino Encarnado —algo mucho más difícil— pudieran librarse de algunas consecuencias del pecado origial y finalmente salvarse. ¿Por qué todo tan complicado?

Si Dios es la Simplicidad misma, ¿por qué permite que todo sea o se haga tan complicado? Bueno, ésta es la esencia y la raíz de nuestra existencia humana. Y si ésta es la raíz, el desarrollo de nuestra existencia se hace más complicado aun. Nomás pensemos que nuestra historia civil es la historia de las guerras, y que nuestra historia religiosa es la historia de las herejías. ¿Cómo explicar todo esto?

La solución general es simple y tripartita:

  • Dios es Sabio y Poderoso para explicarlo y para resolvero.
  • La dicha de alguien debe involucrar al implicado.
  • El mejor de los mundos posibles pide la presencia de males.

Es importante leer o releer y meditar la serie de artículos No te enojes con Dios. Sin meditar esta serie de artículos es muy difícil poder comprender y tal vez aceptar lo que falta del presente artículo. 

No se pretende aquí analizar o revisar toda la Biblia. No se trata de eso, que además es algo tremendo y de nunca acabar. Y es claro que el Plan de Dios también lo es y en mayor medida. Por eso aquí tampoco se pretende considerar todo el Plan de Dios, algo imposible para los humanos.

Lo que aquí se pretende es introducirnos en la temática del Plan de Dios en la medida de nuestras posibilidades y con Su ayuda, sobrentendiendo nuestra intimidad con Él. En efecto, a Dios le gusta que nos interesemos en Sus asuntos (intimidad divina); y el hecho de que nos interesemos en Su Plan, es interesarnos en Sus asuntos, sin mayores pretensiones.

Acabamos de analizar un poco los propósitos de Dios y algunas de sus consecuencias. Lo importante es que Dios quiere crear para comunicar su felicidad a algunas de sus creaturas.

Ahora analizaremos lo que razonablemente debería hacer Dios para lograr sus propósitos. Y luego leeremos en la Biblia lo que Él de hecho hizo. Y al comparar ambas cosas podremos ver si Dios se nos presenta como alguien razonable, tal como dijimos al inicio del presente apartado.

Siendo Dios Uno y Trino, perfectísimo y felicísimo, quiso comunicar su felicidad a otros, a muchos, haciéndoles posible recibir esa felicidad. No nos interesa aquí averiguar cómo les hizo posible recibirla a los ángeles. Lo que aqui nos interesa es averiguar cómo nos hizo posible recibirla a nosotros, los humanos.

Teniendo Dios el propósito de comunicar su felicidad a muchos, hay que intentar averiguar qué sería conveniente que Dios hiciera para lograr su propósito. Era imprescindible que Dios creara, para que hubiera otros, y tanto más para que fueran muchos.

Dios es feliz amando con amor complementario y fecundo: del Padre y del Hijo procede amorosamente el Espíritu Santo. Se requieren tres personas para lograr amar al modo de Dios. Por eso entre los muchos que creó debió haber por lo menos tres personas. O sea que Dios no sólo creó muchos, sino también tres o más que fueran personas, para que pudieran amar, y amar con amor complementario y fecundo.

Ahora bien, de esas tres personas, dos deberían ser complementarias, y de esa complementación debería surgir la fecundidad que diera lugar a una tercera persona. Y era conveniente que las pesonas complementarias tuvieran algunas diferencias, de modo que lo que a una le faltara la otra lo tuviera, y viceversa, para que de ese modo se complementaran; es decir, convenía que fueran polifacéticas. Pero también convenía que fueran de la misma naturalea, para que se entendieran bien.

Era conveniente, por tanto, que la naturaleza humana fuera polifacética, para lo cual era muy conveniente que tuviera materia, de modo que siguiera siendo humana faltándole o sobréandole algo (como sigue siendo humano a quien le falte un brazo). De tal modo era muy funcional que a una de las dos personas complementarias le faltar algo que la otra tuviera, y viceversa, para que de esa forma se complementaran. Y así, teniendo materia, podrían incrementar su materia a fin de aportársela al hijo, y a otros hijos, a muchos más. 

Si las dos personas complementarias sólo pudieran tener un  hijo, no podría surgir una cuarta persona, es decir, el número de personas no podría aumentar. Se requería, por tanto, que las dos personas complementarias pudieran tener múltiples hijos. Lo cual se facilitaba gracias a tener materia en su constitución.

Y asi, si lo que en una persona fuera una oquedad, y le llamáramos vagina, a esa pesona o tipo de persona le podríamos llamar mujer; y si lo que en la otra persona fuera una protuberancia, y le llamáramos  pene, a esa persona o tipo de persona le podríamos llamar varón u hombre. Vagina y pene serían los aspectos complementarios. Y aun con esas diferencias varón y mujer podrían tener la misma naturalea humana, por ser ésta polifacética. Y así el descendiente (o los múltiples descendientes) podrían tener también la misma naturaleza (fueran hijos o hijas, gramaticalmente hablando). Y si a esa pareja y sus hijos le llamáramos familia, podríamos tener muchas familias y muchas personas.

Entonces, lo que leemos en la Biblia, sobre todo al pricipio del Génesis, es que Dios hizo lo que convenía hacer, lo razonable, a fin de lograr sus propósitos. Y por tanto Dios se nos presenta como alguien razonable, al menos en esto, y a partir de lo cual intentar el inicio de nuestra búsqueda. Una vez aclarado este aspecto del razonable modo de ser de Dios, que nos era muy conveniente, sigamos adelante.

Dios creó sólo una primera pareja, no muchas.

Dios pudo haber creado muchas primeras parejas, sin embargo la Biblia nos dice que Dios creó sólo una primera pareja, Adán y Eva, de quienes descenderían todos los seres humanos, a fin de formar una sola gran familia humana, con hijos, nietos, bisnietos, etcétera.

La naturaleza humana de Adán y Eva se habría de multiplicar gracias a la complementación y fecundación lograda mediante relaciones sexuales de él y ella. Y después de ellos se habría de seguir multiplicando gracias a las relaciones sexuales de otras parejas de un hombre y una mujer; nunca de dos hombres ni de dos mujeres, porque entre ellos no se da complementación y fecundación.

O sea que aunque un hombre solo sea un individuo completo, él solo no es humanamente completo, sino que necesita el complemento de una mujer, sin la cual no puede reproducirse. Y la mujer lo mismo: aunque ella sola sea un individuo completo, ella sola no es humanamente completa, sino que necesita el complemento de un hombre, sin el cual no puede reproducirse.

Un hombre sin el complemento de una mujer es un hombre humanamente incompleto, un hombre ¡disminuido! (lo mismo que una mujer sin el complemento de un hombre), que sufre la soledad y tiene problemas existenciales. Es decir, la naturaleza humana completa requiere al menos de dos seres humanos: un hombre y una mujer (Cf. Sexofilia y sexofobia).

Solemos decir que todos los seres humanos descienden de Adán y Eva, lo cual es verdad en el sentido de que todos descienden de la primera pareja, que es la pareja de Adán y Eva. Pero en estricto rigor todos los seres humanos descienden sólo de Adán; incluso Eva desciende de Adán. Dicho en otras palabras, sólo en Adán la naturaleza humana estuvo en estado de origen; no lo estuvo así en Eva.

Dios formó el cuerpo de Adán del polvo de la tierra (Cf. Génesis 2, 7) antes de formar el cuerpo de Eva; y creó un alma espiritual para que vivificara al cuerpo de Adán y éste fuera un ser animado (con alma que le diera vida). Lo creó en estado adulto y con varios dones. Así fue la creación del primer ser humano: Adán.

Esos dones le permitieron a Adán moverse, caminar, trabajar y hablar con Dios (Adán pudo hablar desde su creación). En ese momento no había otros seres humanos con quienes Adán pudiera hablar. Dios le pidió a Adán que les diera nombre a los animales, que habían sido creados anteriormente. Pero entre esos animales no había ninguno semejante a Adán. Dios dijo que no era bueno que Adán etuviera solo (humanamente solo), y que le haría un ser humano semejante a él, para que no estuviera humanamente solo. Adán no estaba absolutamente solo, ya que tenía la compañía de Dios.

El Plan de Dios era que los futuros seres humanos fueran descendientes de Adán. Pero Dios quería que esos futuros seres humanos surgieran del amor de parejas de seres humanos, de modo que ese amor fuera complementario y fecundo. Hacía falta, por tanto, otro ser humano además de Adán. Y ese nuevo ser humano sería el que Dios haría para que Adán no estuviera humanamente solo, y que fuera semejante a Adán.

Ese nuevo ser humano fue Eva, y como Dios quería que todos los nuevos seres humanos descendieran de Adán, era necesario que Eva descendiera de Adán. Eva sería el único ser humano que no descendería del amor complementario y fecundo de dos seres humanos previos, ya que Adán era el único ser humano previo a Eva. Por eso Dios no formó el cuerpo de Eva del polvo de la tierra, sino del cuerpo de Adán (para que descendiera de Adán); en concreto, formó el cuerpo de Eva a partir de una costilla de Adán (Cf. Génesis 2, 21-24). Y a ese nuevo cuerpo formado del cuerpo de Adán (cuerpo de Eva), Dios también le creó un alma espiritual que le diera vida. Dios le presentó Eva a Adán, y Adán se puso feliz.

Eva, siendo un ser humano, tenía ciertas características que la distinguían del cuerpo de Adán, de manera que ambos cuerpos fueran complementarios y fecundos. Eran complementarios porque al cuerpo de Adán la faltaba algo que tenía el cuerpo de Eva, y al cuerpo de Eva le faltaba algo que tenía el cuerpo de Adán. Y por eso, uniendo amorosamente sus cuerpos se complementaban y lograban una totalidad humana que los hacía fecundos.

Así queda claro que la humanidad que Dios quería era la humanidad de muchas familias. Y como lo que unía a las familias era el amor del papá y la mamá, éstos deberían amarse y vivir juntos a lo largo de sus vidas; claro, mientras vivieran.

Así se explica el origen de la humandad: una humanidad como una gran familia encabezada por Adán. Pero Adán pecó, y ese pecado original rompió la unidad de esa gran familia, que pasó a ser el conjunto de muchas pequeñas familias sin la unión de un primer padre o cabeza comun, que había sido Adán. Esto fue un gran desastre, que habría de tener muchas negativas consecuencias. Pero Dios inició una solución, de modo que habría de decirse que esa unidad perdida se recuperaría por la recapitulación en Jesucristo (nuevo encabezamiento en Jesucristo).

En esto tuvimos un primer gran desastre humano, que finalmente fue solucionado por Dios. Y luego tuvimos y tendremos más grandes desastres, y otros importantes eventos, y habrá que averiguar e interpretar las actitudes de Dios al respecto; lo cual será muy importante para procurar entender mejor el Plan de Dios.

Grandes desastres y eventos en nuestra historia

Ahora mencionaremos los principales grandes desastres y los principales eventos que —en nuestra opinión— han tenido lugar en lo que llevamos de la historia de la humanidad hasta la fecha (año 2023).

  1. La creación del hombre, el pecado y su difusión.
  2. El diluvio.
  3. La torre de Babel.
  4. La vocación de Abrahán y el inicio del pueblo hebreo.
  5. Los Patriarcas.
  6. Los años vividos por el pueblo hebreo en Egipto.
  7. Moisés y la salida de Egipto.
  8. El Decálogo.
  9. La conquista de la tierra prometida.
  10. El pueblo de Dios no quiso que Dios lo gobernara.
  11. Dios ama mucho a David, pese a haber mandado matar a Urías.
  12. Las 12 tribus de Israel se dividen.
  13. Llegada del Mesías (Jesucristo) y fundación de la Iglesia.
  14. Última Cena y sacramentos de la Eucaristía y del Sacerdocio.
  15. Crucifixión y Resurrección de Jesucristo.
  16. La Ascensión, Pentecostés e inicio de la vida de la Iglesia.
  17. División humana de los sacerdotes en obispos y presbíteros.
  18. Vida familiar cristiana.
  19. Cesaropapismo y papocesarismo.
  20. La sexofobia y el celibato.
  21. Mahoma y el islamismo.
  22. Principales divisiones de la Iglesia: ortodoxos y protestantes.
  23. Fátima y desobediencia de los Papas a la Virgen María.
  24. La Iglesia en la actualidad.
  25. Profecías y futuro de la vida de la Iglesia.

Estos son los principales desastres y eventos que, al analizar la actitud de Dios respecto a ellos podamos intentar comprender mejor el Plan de Dios. Hemos mencionado juntos estos desastres y estos eventos a fin de poder numerarlos cronológicamente. Además hemos puesto en letras negritas los que nos parecen más importantes para nuestros efectos de comprender mejor el plan de Dios.

Los números 13 a 17 son especialmente importantes porque se refieren a Jesucristo. Van unidos secuencialmente y dividen la lista en dos grandes partes, que corresponden a los dos Testamentos de la Biblia. Esta lista nos permite tener ya una idea, aunque sea vaga, de lo que abarca el Plan de Dios referido a la humanidad.

Aquí no se pretende intentar una interpretación de los hechos, ni siquiera inicial. Eso se intentará en los siguientes artículos.

Y antes de eso será necesario explicar a fondo que Dios es causa de todas las cosas, excepto de Sí mismo, a la vez de darse el hecho de que nosotros somos libres, y que, por tanto, Dios es causa de todos nuestros actos libres (y también de todos los actos libres de todas sus creaturas). Esto se abordará en sl siguiente artículo: Dios es causa de todo lo que existe.

No obstante, aquí conviene mencionar ya, ciertas cosas que inquietan a muchos:

  • Dios permite el mal, pero además parece que le gusta permitirlo.
  • Dios se nos muestra razonable al inicio, pero en adelante su Plan se va haciendo más y más complicado.
  • Dios parece posponer la justicia o Su justicia para un futuro lejano.
  • Puede parecer que Dios juega con sus creaturas como el gato con el ratón.

De otra parte, también conviene mencionar ya, que Dios ama lo pequeño, y de modo especial la virtud de la humildad:

  • Dios elige a nuestro pequeño planeta Tierra para hacerlo habitavle.
  • En un sistema solar que pertenece a un Sol pequeño.
  • En una galaxia pequeña de un universo inmenso.
  • Dios elige aun país muy pequeño para formar a su pueblo.
  • Y elige una aldea pequeña, Belén, para que ahí nazca su Hijo.
  • Y su Hijo, Jesús, se forme en una aldea pequeña, Nazaret, en una familia mínima, con un padre carpintero, José, y una madre aldeana, María.
  • Y Jesús acabe siendo considerado un delincuente, arrestado, juzgado, declarado culpable, condenado a muerte, torturado y crucifidado.
  • María, la madre de Jesús, obedeció diciendo ser esclava, y ser reconocida por ser esclava humilde.
  • Y Jesus dijo ser pobre, manso y humilde. 

Todo lo anterior significa que al intentar interpretar el Plan de Dios, será muy importante procurar conciliar las partes formidables con las partes humildes del Plan de Dios.


Página anterior

Página siguiente


Recent Articles. Lo nuevo.

  1. index de Paz Cristiana Ensemble nos ayuda a buscar y lograr la paz

    Jul 20, 23 10:59 AM

    Monalisa virus
    Index de Paz Cristiana Ensemble suele descubrir los errores de lo establecido. Se trata de la paz personal, que sin duda contribuye al logro de la paz social.

    Read More

  2. Sobre este sitio, aclara el sitio Paz Cristiana Ensemble, sobre la paz

    Jul 01, 23 10:29 PM

    Foto de Paulino
    Sobre este Sitio, Se clara que Sea Bilingue, Espanol-Ingles. Aqui se Ofrecen las Claves para Descubrir los Usuales Errores de lo Socialmente Establecido.

    Read More

  3. Misericordia divina continua habla del paso de infinita a extrema

    Dec 25, 21 12:30 PM

    Misericordia divina continua da una explicación razonable de la continuidad de la misericordia infinita a la extrema

    Read More

Why Donate?   ¿Por qué donar?


En este sitio web se admiten mecenas. Ver Mecenazgo y paz y/o Red de mecenas, donde se les agradece su generoso apoyo.

paulino.quevedo@gmail.com


Este sitio web busca la paz, primero personal y luego social. Procura descubrir y corregir los errores que se han establecido en los principales aspectos de nuestras vidas: política, moral, valores, religión, etc. Esto puede verse como algo agresivo, sin que lo sea en realidad. Importa mucho leer con mente amplia y sin prejuicios, con una actitud crítica y constructiva.